Stephen King dijo una vez que las pesadillas no están sujetas a la lógica, no tiene sentido explicarlas. La explicación es la antítesis de la lírica del miedo. En una historia de terror la víctima no deja de preguntarse: ¿por qué? Sin embargo no hay explicación. No debería haberla. El misterio sin respuesta es el que perdura, el que acabamos recordando.

jueves, 19 de julio de 2012

Microrrelato: Mañana será otro día


Con este microrrelato fui seleccionado en el Concuros de microrrelatos de abogados, en Mayo de 2012.




MAÑANA SERÁ OTRO DÍA

El sueño se repetía cada noche. Tras escuchar el veredicto, por supuesto estando desnudo delante del tribunal, era condenado. Luego despertaba y descubría que aquello ya había sucedido. La cárcel era un lugar donde las pesadillas acechaban en cada esquina, un laberinto para la mente, un yacimiento de malos presentimientos en el que debías mantenerte cuerdo o... morir. Por la mañana, algo de ejercicio en el patio, alguna triquiñuela con algún compañero para conseguir cigarrillos y, después, de vuelta a la celda. Así, un día tras otro, a la espera del juicio. "Esto es un infierno". Solía decirse. "Yo era abogado, ¿cómo he llegado hasta aquí?" Y entonces cerraba los ojos.

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