Stephen King dijo una vez que las pesadillas no están sujetas a la lógica, no tiene sentido explicarlas. La explicación es la antítesis de la lírica del miedo. En una historia de terror la víctima no deja de preguntarse: ¿por qué? Sin embargo no hay explicación. No debería haberla. El misterio sin respuesta es el que perdura, el que acabamos recordando.

lunes, 17 de septiembre de 2012

Resultado del II concurso de microrrelatos ACEN

La asociación ACEN ha dado a conocer los resultados del II concurso de microrrelatos ACEN. He tenido la suerte de que mi microrrelato "Amor de instituto" sea uno de los 450 seleccionados (de más de 1000) para aparecer en su antología "Bocados sabrosos II", un libro que se publicará próximamente. Enhorabuena a todos los que también han sido seleccionados y sobre todo a los finalistas.


http://acencs.org/finalistas-del-ii-concurso-de-microrrelatos-acen/

También os dejo, como aportación, mi microrrelato "Amor de instituto".


AMOR DE INSTITUTO

Lo veo cada día, por los pasillos del instituto, con esa barba de tres días que tanto me gusta. Cada noche, escribo su nombre junto al mío en mi libreta de clase. Luego vuelvo a la cama, con mi marido. Y pienso que lo veré mañana, en el instituto, en el claustro de profesores, y rozaré su mano, mientras discutimos asuntos de director y jefa de estudios.

sábado, 15 de septiembre de 2012

CRÍTICA DE VIERNES 13 (1980)


VIERNES 13


Ficha técnica:
Director: Sean S. Cunnigham
 
Guión: Victor Miller.Reparto: Betsy Palmer, Kevin Bacon, Adrienne King, Harry Crosby, Laurie Bartram.

Año: 1980




 Reseña:

En 1980, el director Sean S. Cunnigham, que ya había tenido contacto con los asesinos en serie produciendo "La última casa a la izquierda", y el guionista Victor Miller, en el que sería su primer guión en solitario (aunque recibiera la ayuda de Ron Kurtz, sin acreditar), se propusieron crear una película de terror para adolescentes que fuera un éxito inmediato, tal y como había ocurrido con "La noche de Halloween", dos años atrás.

Para ello, y pese a quien pese, es cierto que decidieron tomar los mejores elementos de la obra maestra de John Carpenter: un asesino solitario y silencioso, escenas de muerte en primera persona y un grupo de adolescentes, más preocupados por el sexo que por sus obligaciones. Muestra de tal plagio es la escena inicial, casi un calco de la primera escena de Halloween: una pareja joven está en un desván, empezando a enrollarse. Mientras escuchamos sus voces y gemidos, la cámara en primera persona avanza escaleras arriba. Sabemos qué va a pasar, aún así, es un momento de tensión muy conseguido. Esas dos muertes al inicio de la película son un punto de partida prometedor, aunque nos estemos dando cuenta de que vamos a ver una estructura argumental similar a la película que dio la fama a Jamie Lee Curtis.

Sin embargo, hemos de reconocer muchas virtudes a la película de Sean S. Cunnigham.

Primero, su ambientación: Cristal Lake es un lugar misterioso, con su propia maldición y su leyenda. Fue todo un acierto enmarcar la película en un campamento de verano, con su lago, sus cabañas de madera y sus muchos rincones entre los árboles donde pueden acechar los peligros. Los campamentos de verano son, por naturaleza, lugares donde los niños se vuelven hombres y los hombres no son más que adolescentes. Aquellos que hayan tenido la suerte de ir de campamentos sabrán que es una experiencia magnífica, pues no hay padres, los monitores suelen ser gente joven, además estás en contacto con la naturaleza, que hace fluir los instintos más salvajes y competitivos de los seres humanos. Es verano, hace calor, hay chicos y chicas, las hormonas se revolucionan, ¿acaso se puede pedir un ambiente mejor para que un asesino en serie actúe?

El segundo logro de la película es la invención de su propia leyenda. Al comienzo, ya hay un viejo loco que advierte a una joven sobre la maldición de Cristal Lake. "Vas al campamento sangriento, ¿eh? Nunca volverás, chica." Dice el pobre con poco poder de convicción. Poco a poco nos vamos enterando de más datos sobre lo ocurrido: dos chicos fueron asesinados en 1958, un chico se ahogó en 1957, en 1962 el agua estaba envenenada, en otras ocasiones hubo incendios. ¿Qué pasará en ese campamento?

Ahora que han pasado más de treinta años y ya conocemos todos la historia de Jason Voorhes, no nos sorprende pero, a aquellos afortunados que fueron a ver el estreno de Viernes 13, me imagino que el argumento les debió parecer novedoso y sorprendente. La manera en que se va creando su propia mitología y cómo encaja todo al final es magnífica.

Y ahí viene el gran logro, la brillantez, la fama de Viernes 13: su apoteósico final. Si Sean S. Cunnigham y Victor Miller hubieran sido convencionales, simplemente nos habrían contado una historia sobre un grupo de jóvenes que van muriendo, a manos de un despiadado y anónimo asesino, como pasaba en numerosas producciones del género. Mas, ellos prefirieron dejar lo mejor para los últimos minutos de la cinta.

Lo que viene a continuación es un Spoiler, si no has visto Viernes 13, no sigas leyendo.

Cuando todos los demás monitores han fallecido, Alice permanece encerrada en una de las cabañas, armada con un bate de baseball, desesperada por no saber qué hacer ni qué ha ocurrido. En ese momento, unos faros aparecen a lo lejos. Ella, creyendo que se trata del dueño del campamento, abandona la seguridad de la cabaña. No obstante, la persona que baja del coche no es Steve, sino una mujer de aspecto amable que se presenta como la señora Voorhes, una vieja amiga.

No sé si el público que veía la película se olía el final, sin embargo, yo reconozco que, la primera vez que pude ver Viernes 13, no tenía ni idea de que esta dulce anciana, que bien podría ser nuestra madre, era la asesina. Durante unos minutos, la señora Voorhes nos despista, con esa voz cándida y sorprendiéndose de los asesinatos. Es entonces cuando nos va revelando la verdad.

Un niño se ahogó en el lago, mientras los monitores no miraban porque estaban haciendo el amor. La señora Voorhes era la cocinera del campamento y, además, la madre de aquel desafortunado, que no sabía nadar. Por eso, mató a la pareja de monitores y, durante todos estos años, ha estado haciendo lo imposible porque el campamento permaneciera cerrado, escuchando en su cabeza los gritos de su hijo Jason, que la anima a que asesine a cualquiera que llegue a Cristal Lake.

Toda una revelación, que la pobre Alice no esperaba.

Tras ese formidable discurso, comienza la típica pelea, persecución y enfrentamiento final, entre las dos mujeres. Todo ello a la vez que la señora Voorhes, poniendo la voz de Jason, dice una y otra vez: mátala, mamá, mátala.

El lago será testigo de esa lucha, en la que Alice consigue sobrevivir, cortándole la cabeza a su enemiga, con un enorme machete, que con los años se convertirá en el arma favorita de Jason.

Hasta aquí, si en ese momento hubieran puesto los títulos de crédito, habríamos tenido una película de terror notable, pero no sobresaliente. Sin embargo, conscientes de que dejar la puerta abierta para una posible secuela era lo más lógico, hay un añadido final, una escena que pilla por sorpresa y nos hace temblar en nuestros asientos: Alice, montada en una barca, surca el lago toda la noche. Ya, de día, agotada por lo acontecido, observa afortunadamente que llega la policía. La música, del gran Harry Manfredini compositor de numerosos títulos de terror, es calmada y da una sensación de tranquilidad. Es entonces cuando una monstruosa figura surge del lago, agarra a Alice, vuelca la embarcación y la sumerge en las sucias profundidades.

La siguiente escena es en un hospital, Alice despierta gritando. ¿Ha sido un sueño o realmente aquel niño que se ahogó sigue vivo? La policía le dice que no han encontrado ningún niño en el lago, pero ella afirma que aún sigue allí. Fundido al negro.

Sin duda, se habían plantado las semillas para futuras secuelas y, sobre todo, para crear a ese psychokiller, uno de los más famosos del cine, conocido como Jason Voorhes.

Viernes 13 fue todo un éxito en el verano de 1980, costó apenas 700.000 dólares y recaudó, solo en Estados Unidos, 39 millones de dólares, superando incluso a
El Resplandor en número de espectadores. La crítica del momento fue dura con la película, pero poco le importó a la productora tras las ganancias.

La banda sonora de Henry Manfredini también fue uno de sus aciertos. Hoy día todo el mundo reconoce el característico ki, ki, ki, ki, ma, ma, ma, ma, con la cámara en primera persona, profetizando la muerte de algún muchacho ingenuo. Por cierto, esas sílabas son producto de una de las frases más famosas de la película, que antes hemos citado: mátala, mamá, mátala (en inglés, kill her, mommy, kill her).

En 1981, llegaría la secuela, infinitamente inferior, aunque su protagonista sí fuera ya Jason Voorhes. Pero eso, es otra historia.

miércoles, 5 de septiembre de 2012

Microcuento: Mi novia


MI NOVIA




Que piensen lo que quieran sobre mi novia. Sé que cuando paseamos por la calle, no dejan de mirarme, incluso comentan en voz baja. Piensan que estoy loco. ¿Por qué? A mí me hace feliz, ¿qué importa que sea imaginaria y sólo yo pueda verla?

CRÍTICA: EL CABALLERO OSCURO. LA LEYENDA RENACE



CRÍTICA: EL CABALLERO OSCURO. LA LEYENDA RENACE




Si en "Batman Begins" Christopher Nolan nos mostraba cómo se origina un superhéroe, a partir de un villano, y en "El caballero oscuro" nos enseñaba cómo ese héroe evolucionaba, también gracias a un villano, en esta tercera entrega el mensaje es aún más claro: sin villanos no hay héroes.
La trilogía de Batman creada por Nolan llega a su fin y, ahora, viendo el conjunto completo, me percato (quizá antes los árboles no me dejaban ver el bosque) de que no ha hecho una saga sobre el hombre murciélago, sino sobre el mal, sobre el terror, sobre la gente que provoca ese mal (esos villanos tan carismáticos a lo largo de las tres películas) y cómo debe surgir un héroe para combatirlo. Bruce Wayne no es Batman por chulería, ni siquiera por venganza, sino por necesidad.
Y ahora adentrémonos en la película.
Christian Bale está magnífico. Acostumbrados a superhéroes juveniles, mutantes o bravucones, Christian Bale interpreta a un hombre, con sus heridas de guerra, su envejecimiento y su tristeza interior, que debe superar sus miedos y convertirse en lo que teme, para destruir el mal. Ahora es más humano que nunca, vemos a un Batman tan real, que cualquiera podría serlo. Pero ¿quién encarna a ese mal que debe detener?
Bane.
Mucha gente, yo entre ellos, temía que la sombra del Joker fuera tan alargada que Bane quedara en segundo plano. No es así. Tom Hardy recrea a la perfección la destrucción y el caos organizado. Es todo lo opuesto al Joker, tiene planes y sabe lo que hace. Su fuerza sobrehumana es su mayor característica, pero más allá de eso, nos adentramos en su psique y descubrimos el mejor villano de toda la saga. No voy a desvelar nada, salvo una cosa: Bane consigue que olvidemos al Joker.
Aunque Batman y Bane ocupan los lugares de honor en esta historia de superación, están rodeados por un elenco de actores magníficos (llamarlos secundarios sería un delito): Michael Caine, Morgan Freeman, Gary Oldman, Anne Hathaway, Marion Cotillard y Joseph Gordon-Levitt. Son estas tres últimas incorporaciones las que más elogios merecen y debería hacer sobre ellos un análisis exhaustivo, aunque eso sería spoilear.
Así que me centraré sólo en la nueva Catwoman. Cuando me enteré de que la ñoña y tierna protagonista de "Guerra de novias" iba a hacerse cargo del papel de la ladrona felina, casi lloro. Cuando vi las primeras imágenes de su atuendo, pensé que no iban en la dirección correcta. Sin embargo, ahora que he visto la película, puedo decir sin duda que Anne Hathaway es una estupenda Catwoman. Sabe manejar a un personaje tan completo, lo hace atractivo, cómico, dramático, tierno. Incluso supera a la locura de Michelle Pfeiffer en "Batman Vuelve". Ojalá hagan un spin-off con ella de protagonista, para que olvidemos aquel bodrio protagonizado por Halle Berry.
Respecto al argumento, todo se conecta, confluye y tiene sentido. Ver la trilogía de Nolan es contemplar un inicio, un nudo y un desenlace perfectos, en los que nada sobra, nada está puesto ahí porque sí. Estamos acostumbrados a películas de superhéroes en lo importante es el héroe, mientras que los villanos vienen y van, casi sin sentido. Aquí no. Los villanos surgen con un propósito, porque el héroe evoluciona. Y casi podríamos decir que Batman no existiría sin ellos, ni ellos sin Batman.
No hay que ver la trilogía completa para saber que esta tercera entrega es una obra maestra, lo demuestra por sí misma, pero si observas con detenimiento (¡hay tantos detalles!) la saga de Nolan, te das cuenta de que entra en el firmamento del CINE con letras mayúsculas.
Gracias Nolan por este espectáculo. Haces grande al séptimo arte. Mi nota sería un 10.






10º PROGRAMA DE CINE

Décimo (Meridio..., es broma), décimo programa de cine emitido el 4 de abril de 2012 en Radio Daimiel.


 Películas destacadas: Grupo 7 y Take shelter.

En "Películas que pudieron ser..." nos adentramos en el Spiderman de James Cameron.

http://www.goear.com/listen/cfd875e/programa-4-de-abril-yo-mismo


Ultratumba Nº 19


Ya ha salido el nuevo número de la gran revista gratuita Ultratumba, dirigida por Javier Herce. Os animo a que le echéis un vistazo, ya que cuenta con excelentes reportajes, fotografías, relatos, críticas de películas y reseñas. Además, este mes contiene un relato de terror mío "Horrorbsesión" y una crítica mía sobre el clásico del cine de horror "Viernes 13". Gracias.


Simplemente pulsando el enlace, podéis leer el ejemplar completo.

http://issuu.com/ultratumba/docs/ultratumba19


Microcuento: Una vida larga



UNA VIDA LARGA




De aquello hace veinte años o tal vez treinta, aquí el tiempo es tan relativo, que ni siquiera recuerdo el día en que fallecí.